Mi padre me miró aterrado y desesperado.
Bombas caían del cielo y hacían las casas añicos. Los “soldados de la niebla” desplegaban sus
alas grises y aterradoras y apuntaban
con sus espadas a la gente inocente que se escondía en sus casas como podía
para ocultarse de ellos aun que sabían que en un momento u otro los
descubrirían y les matarían.
Cada vez se acercaban más a mi casa. Tenía miedo. Todo afuera
era niebla y fuego, las casas se incendiaban, ardían, y desprendían desesperación
y tristeza.
Mis ojos se
humedecían cada vez más y ya no podía ocultar las lágrimas, una rodó por mi
rostro.
Mi padre se situó frente a mí y colocó sus cálidas
manos a los dos lados de mi cara.
- - Por favor, júrame que harás lo que yo te diga y
tendrás cuidado, por favor Aria, por
favor. - Asentí con la cabeza y él me dio un gran abrazo apretándome
fuertemente contra él. Le envolví como pude con mis brazos para devolverle el
abrazo sintiendo como las lágrimas de mi padre mojaban mi vestido blanco.-
Recuerda que te quiero… eres lo más importante de mi vida.- Me dijo sollozando.
- -Yo también te quiero papá, te quiero mucho.
Aún recuerdo como los soldados alados se llevaron a mi padre
lejos de mí, lo que no comprendí en ese momento era como a nosotros no nos
mataron con sus grandes espadas, pero en cambio, lo que sí recuerdo, fue como
cómo torturaron a mi padre, lanzándole patadas por todo el cuerpo, pisoteándole,
y lanzarlo contra la pared. Fue horrible.
Por otra parte, a mi me capturaron, y me llevaron al castillo
de la niebla, donde nos esperaba el rey Kgraham, el rey alado; Después de eso…
No me acuerdo de mucho más, el rey se me presentó, era un voluminoso, fuerte y
apuesto hombre.
Ahora, me encuentro en mi habitación, junto a la ventana,
viendo como los soldados de la niebla obedecen al hijo del muerto rey de la
niebla, y recordando la última vez que vi a mi padre.
Por cierto, me llamo Aria y soy, princesa de las sombras, la
vengadora de mi reino, y la supuesta hija adoptiva del rey de la niebla. Por mi
reino, por mi padre rey de las sombras, por toda la gente que murió aquel día
que aún recuerdo, por ellos, haré caer a este reino asesino.